Tips para servir tu vino en Navidad

Consejos y Tips de Vino

Tips para servir tu vino en Navidad

Ruth de Andrés | 9 diciembre, 2022

Porque no importa lo que haya en el menú para el evento principal, siempre hay dudas que resolver acerca de cómo servir y presentar el vino en navidad. Ya optes por un clásico, como el besugo, ya sea algo alta cocina o te decidas por un menú tipo estrella michelín, sigue leyendo porque vamos a ayudarte a crear una experiencia memorable y a evitarte nervios y dudas.

 

¿Cuánto vino compro? ¿Qué copas uso? ¿Tengo que dejar respirar el vino tinto el día de Navidad? ¿Cuándo hay que empezar a enfriarlo? ¿Y qué hago al día siguiente con las sobras? No vamos a marearte con maridajes. Hay cientos, que digo cientos, miles de artículos escritos sobre el tema del maridaje en las comidas navideñas. Incluso nosotros hemos escrito algunos. Cuando finalmente cada uno elige lo que le place. Así que vamos a algo más práctico y, seguramente, más importante si eres el organizador. Todos esos dilemas acerca del cómo, cuánto, cuándo y por qué. Olvidándonos del qué. Hemos preparado esta guía con respuestas a los dilemas del bebercio más recurrentes en todas las fiestas.

¡Feliz Navidad a todos!

 

El preparativo

Nos ha parecido que lo más importante era esta consigna: relájate. Y para ello, desayuna una copita de espumoso. Vale, igual no tanto, pero empieza con tus preparativos y eso significa también ponerte en un estado de ánimo festivo. Así que sírvete unas burbujitas, tararea unos villancicos y todo será más fácil.

 

¿Cómo enfrío el vino rápidamente?

La nevera está tope, todo necesita frío y también las botellas. Tan engorrosas de meter en el frigo, de ponerles cosas encima o de apoyarlas encima de algo. Vamos con dos trucos bien sencillos:

  • Usa un cubo de agua y hielo, ambos, y añade un buen puñado de sal. No uses solo hielo, porque el sólido no cubrirá correctamente el vidrio y no conseguirás que todo el líquido se enfríe uniformemente. En cambio, el agua ayuda a transferir el frío a la botella. La proporción es aproximadamente un 50% de hielo y un 50% de agua fría. Asegúrate de que la botella esté sumergida hasta el tope para que sea más eficiente. En unos 15 minutos., el vino estará frío. Como de la nevera.
  • Si tienes hueco en el congelador, también puedes usarlo. Aquí el truco es envolver la botella en un paño húmedo o en una servilleta de papel, humedecida. Con sólo 10 minutos, lo tendrás listo. ¡Acuérdate de sacarlo, eso sí! Incluso algunos miembros de Vinistas han tenido sus propios desastres por despistes así. Que sepáis que el sindicato de casas de champán desaconseja poner champán en el congelador. Pero nuestra experiencia ha sido siempre exitosa.

 

¿Y si se me calienta el vino durante la comida?

Uno de los métodos más controvertidos es agregar cubitos de hielo a la copa. A nosotros no nos gusta pero cada uno en su casa… El problema es que el hielo se derrite y diluye el vino. Así que, como norma general, nada de cubitos de hielo a la copa.

Si alguno se lanza con una idea sofisticada, nos encanta la propuesta de las uvas congeladas. Este método requiere un poco de planificación anticipada, pero queda de lo más chic. Congela uvas y luego las puedes poner en las copas. Las uvas se van descongelando, pero no diluyen el vino.

Por último, las camisas de hielo pueden ser una buena opción y, sin duda, ayudan a mantener el vino fresco una vez en la mesa. Pero no son muy eficientes si lo que queremos es enfriar el vino.

 

 

vino navidad

 

¿Cuánto vino servir en una comida de Navidad?

Se trata de beber y no atosigar. Pero, sobre todo, se trata sobre todo de beber varios vinos. Para eso es fiesta. Así que lo ideal es servir aproximadamente un tercio de la copa. Excepto en el caso del espumoso, donde todos esperan que llenes la copa, no hasta el borde, pero sí al menos hasta un dedo antes del borde.

 

¿Cuántas botellas comprar?

El cálculo general es una botella para cada cuatro personas, si es que vas a servir un blanco, un tinto y un espumoso. Si tu idea pasa por añadir más vinos a la ecuación puedes reducir la proporción y llegar hasta una botella cada seis personas. Nuestro consejo es no bajar de ahí. Más que nada porque siempre puedes encontrarte que ese vino en particular se convierta en el preferido de algún invitado que quiera repetir y repetir y te encuentres en la triste tesitura de tener que decir que no hay más.

 

¿Cuándo empiezo a abrir botellas?

Esto nos da para un artículo solito o incluso dos… ¿Decanto o no? ¿Mejor abro antes? Vamos a hacerlo breve porque hay mucha literatura sesuda sobre el tema y hemos dicho que íbamos a ir al grano y a ser prácticos.

En general se considera que, al airear algunos vinos, los aromas se liberan más fácilmente y el vino pierde el carácter de cerrado, con olores algo desagradables, que puedes encontrar en vinos que han estado guardados mucho tiempo.

Cuando la gente habla de dejar que el vino respire, en realidad se trata de exponer el vino al oxígeno al permitir que se airee antes de beberlo. Esto puede hacerse:

  • Decantando, que es vertiendo el vino a un decantador y, por tanto, la aireación es más intensa.
  • O abriendo la botella, que obviamente es una oxigenación más lenta.

En estas fiestas, en las que ya estamos suficientemente atareados, no os aconsejamos abrir antes. Más que nada porque es difícil calcular cuánto de antes y seguramente no sea el día para florituras. Así que lo más fácil es que abras la botella, te sirvas un poquito y si ves que el vino está cerrado, lo decantes. Suavemente, pero lo decantes.

 

vino navidad

 

¿Qué hacer si se rompe el corcho?

Todos hemos estado allí: el corcho se rompe en una botella especial que has estado guardando. O peor, en una botella recién compradita para la ocasión. Aquí no tienes ni la excusa de que el corcho estaba dañado.

Vencido el primer susto, la cuestión está en sacar ese corcho del cuello de la botella. Dos caminos llegados a este punto:

  • Si tienes un sacacorchos de láminas, es el momento de sacarlo. Con cuidadito, introduces las láminas y tiras suavemente.
  • Pero si no tienes más que el sacacorchos normal, y parte del corcho sigue bloqueando el cuello de la botella (es decir, ni siquiera puedes filtrar el vino), tiene dos opciones: haz otra prueba con tu sacacorchos, introdúcelo girando con cuidado y luego tirando del corcho de una sola vez en lugar de seguir girando. ¿No funciona? Pues no te queda otra que empujar el corcho había abajo y dejarlo caer en el líquido para liberar el cuello… y ¡el vino!

Y ahora, lo más importante, ¿se puede beber ese vino después de un desastre de corcho? En principio sí. Siempre que separes las partículas del líquido, porque a nadie le agrada beber vino con tropezones.

La solución más sencilla y obvia es filtrar el vino a través de un colador de malla. Y ya. Si las partículas de corcho fueran muy muy finas, como para pasar a través del colador, utiliza un paño muy fino sobre un embudo. Si es un vino viejo, vigila que no tenga precipitados que puedan otra vez caer al decantador o al recipiente que estés usando. Así que cuando estés llegando al final de la botella, ve poco a poco revisando de vez en cuando si justo con el líquido llegan sedimento que podían estar depositados al fondo de la botella.

 

¿Y ahora qué hago con lo que me ha sobrado?

Esto pasa siempre, no sólo en Navidad. Así que siempre es útil saberlo. Depende del vino:

  • Una botella de vino blanco o rosado debería guardarse no más de dos días en el frigorífico. Si utilizas una bomba de vacío, puedes añadir otros 2 días más.
  • En el caso de los vinos espumosos, el tiempo depende del tiempo que puedan mantener las burbujas y sigan teniendo cierta efervescencia. Para eso, hay que cerrarlos correctamente. ¿Lo mejor? El tapón de espumosos. Y no, una cucharilla colgando de la botella no mantiene la burbuja. No hay evidencia real que respalde esta idea así que podemos decir que es sólo otro mito del vino.
  • Si quieres mantener un vino tinto abierto, lo mejor es que lo hagas en la nevera. No es la temperatura ideal para beberlo, pero el frío conserva porque evita la oxidación. Los vinos tintos generalmente pueden durar de tres si se guardan con su tapón. Si usas algún dispositivo, tipo una bomba de vacío, entonces puedes dejarlos hasta 5-6 días.
  • Los llamados vinos fortificados o generosos son mucho más longevos y se pueden guardar semanas sin que se echen a perder.

 

vino navidad

 

¡Que empiece la fiesta!

Copiamos la idea de Victoria Moore, la escritora de vinos ingleses, que dice que cuando te sientas a la mesa de Navidad, el primer deber del vino no es acompañar la comida sino acompañar tu estado de ánimo. Tu estado de ánimo festivo y el del vino, pues lo mismo. Por lo tanto, el mejor consejo es beber el vino que más le apetezca en ese momento. Quizás en tu caso es uno caro o uno sofisticado o igual prefieres algo fácil que invite a la conversación y a la risa. Lo que sea, pero se nos antoja el mejor consejo.

¡Felices fiestas!

 

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