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L’Ancestral Blanc de Montrubi es un vino atípico. Como en sí misma es la bodega de Montrubi. Esta propiedad familiar fundada en los 80 en el Penedés ha destacado por su afán de innovación que les ha llevado a aventurarse en lo desconocido y a hacer cosas atípicas. Como este Ancestral.
¿Por qué nos gusta?
Hace años renunciaron a elaborar cavas pero no a las burbujas. Por eso este vino. Ancestral es el precursor del método champenoise o método tradicional, que es el que se utiliza para elaborar cavas y Champagne. Como método más antiguo es también técnicamente más imperfecto, pero al mismo tiempo, realza las peculiaridades de la uva. Y eso es lo que quería Josep Queralt con esta Parellada que se usa para L’Ancestral. Dentro de las 40 hectáreas que forman Montrubi, hay una Parellada vieja, de más de 50 años, muy interesante. A priori, la Parellada no es una variedad top pero en viñas viejas tiene su aquel. Y eso se ve claramente en este vino.
Sácate tus juicios, buenos y malos, sobre las burbujas antes de probar este vino. El método ancestral es otra melodía en esto del vino, así que a por ello.
Todo lo que hay que saber de este vino
Tipo de vino:
Espumoso
Variedad:
Parellada
Zona:
D.O. Penedes
Botella:
750 ml
Cata:
Vamos allá con esta melodía, diferente de las otras burbujas que hay en el mercado. Se notas sobre todo las notas de lías, que más que nunca nos recuerdan a panadería, algo cítrico y tímido al principio pero más persistente luego, el olor de peras verdes. En a boca hay algo rústico, que no nos molesta para nada. Le añade un encanto especial y refuerza la sensación de frescor que recorre el paladar y hasta las encías. Sólo 10.5% de alcohol que no se hace nada pesado.
Con qué disfrutarlo:
Ensaladas y si llevan algo de aguacate, mejor. Ese lado mantecoso del aguacate se funde con el frescor del vino. Pescados blancos, ligeros y finos: lubina, merluza, dorada… ¡un sushi!
El productor: Montrubí
Montrubi es una preciosa finca a 60 km al suroeste de Barcelona, es el Penedés. 30 hectáreas de viñedos en medio de un paisaje que huele y sabe a Mediterráneo. Una propiedad familiar, en la que Alejo Peris, como director y propietario, junto con Josep Queralt, el enólogo afrontan con valentía el reto de crear vinos únicos de su finca, de sus viñas y de su comarca.
Montrubí está en el pueblo de L’Avellà, en una zona boscosa, la más alta del Penedés, entre 500 y 800m sobre el nivel del mar. En lo que se conoce como la Sierra Prelitoral Catalana. En plena naturaleza rodeada de bosques de pino mediterráneo y áreas de sotobosque llenos de hierbas aromáticas, donde conviven en un entorno salvaje jabalíes, liebres y águilas perdiceras. Un lugar idílico.
La bodega se fundó en 1984 por la familia Peris. Aunque la finca agrícola data de siglo XIX. Ya entonces, se elaboraban vinos y aceite que se exportaban sobre todo a Cuba. La renovación en 1984 supuso plantación de nuevos viñedos y una enorme inversión en maquinaria y medios para poner a punto una auténtica bodega de vinos de calidad.
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