Parral: ¿por qué podamos la viña así? EPISODIO 56 – VINISTAS TV

El parral es una forma de conducción de la vid, que se usa mucho en la zona de Rias Baixas (Galicia), que es donde estamos hoy. Es un sistema muy peculiar. Lo utilizamos para adaptar la viña a zonas lluviosas y con pocas de horas de sol, precisamente como ésta. Os la explicamos.

¿Qué es el parral?

Hace unas semanas, os habíamos explicado en este vídeo otros dos sistemas de podas, muy comunes en viticultura: la viña en espaldera y la viña en vaso. Sin embargo, en el parral, la viña se conduce en alto. Hay un tronco que es el que asciende hasta una altura menor de 2m, habitualmente. De ese tronco salen los brazos que, con la poda, los vamos conduciendo abiertos como veis en el video. Las plantas se conducen más altas y se apoyan en estos postes, que como aquí el granito es una piedra muy abundante, suelen ser de este material. Seguro que la habéis visto muchas veces en zonas húmedas pero nunca en zonas secas. ¿Sabéis por qué?

¿Por qué usamos el parral?

El parral es muy útil para determinados climas y suelos. Las dos razones más importantes por las que se usa son:

1. Se consigue una mayor exposición al sol: el sol llega más fácilmente a todas las hojas y a todos los racimos, cuando salgan. Esto es importante en zonas como esta en las de las horas de sol anuales son mucho menores. Es una forma de optimizar esas horas de sol, un tanto escasas.
2. Con esta altura, conseguimos separar las hojas y los racimos del suelo. Así evitamos que estén expuestos a una excesiva humedad. Aquí llueve mucho, y esa humedad del suelo favorece la aparición de determinadas enfermedades y hongos. Además, esta viña está muy cerca del mar, así que esta mayor altura también hace que el aire y el viento, circule con facilidad y seque de alguna manera la planta.

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