Vinos viejos ¿Por qué nos fascinan? VinistasTV

¡Hola Vinistas! Hoy me apetecía hablaros de un tema recurrente en el mundo del vino. Es frecuente que la gente me pregunte acerca de los vinos viejos. ¿Por qué son mejores que los vinos jóvenes? A todo amante del vino le atrae una añada antigua.  Hay algo de magia y de fascinación en torno a los vinos viejos. ¿Por qué?

EL OXÍGENO DE LOS VINOS VIEJOS

Ante un vino viejo, hay un componente claramente subjetivo que seguramente es el más importante pero hay también una realidad. Y esa realidad tiene que ver con el oxígeno. El oxigeno y el vino tienen esa relación amor- odio. El vino necesita oxígeno para mantenerse vivo, para respirar, para evolucionar. De eso estamos seguros.

Pero la cuestión es cuanto oxígeno y durante cuanto tiempo. Ese es el enigma. Cuando abrimos una botella antigua, queremos encontrar esa historia de la evolución del vino. Queremos descubrir las notas ya casi apagadas de la fruta que fue, de la uva de la que nació. Hace 20, 30 o 40 años, eso era uva, y en cierto modo aun está ahí. Si podemos descubrirla, si podemos intuirla en el vino: eso es maravilloso.

Pero también queremos descubrir la historia de su vinificación, de su crianza, de las barricas por las que pasó y por fin, la evolución lenta y reposada que le dio la botella. Y toda esa trayectoria junta es increíblemente compleja y ofrece al final un vino difícil de desentrañar pero maravilloso. Un vino que lo bebes y notas que absolutamente perfecto. Es lo que nos hace amar los vinos viejos. Eso es lo que nos fascina.