Vinos de Arribes del Duero

Arribes del Duero es una curiosa Denominación de Origen. De esas regiones de vino con mucha historia y un glorioso pasado, porque los vinos de Arribes del Duero han dicho muchas cosas en la historia del vino en la península.

Esta pequeña Denominación de Origen se esconde entre Zamora y Salamanca, prácticamente en la frontera con Portugal. Es también ribera del Duero aunque de otra forma. El Duero, nuestro Duero, hace una depresión antes de internarse en territorio portugués. Esa depresión configura un clima y un paisaje muy peculiares. Este encajonamiento del río es en sí la frontera natural entre España y Portugal. Esos son los Arribes. Tan peculiares que los Arribes del Duero además de ser una Denominación de Origen de vinos es un Parque Natural.

El clima en los Arribes del Duero es un mediterráneo singularmente cálido. En nada parecido al clima duro de la meseta. El enorme descenso en altitud y la protección por la orografía tan compleja configura este inusual clima cálido, en el que crecen palmeras, limoneros, naranjos… y viña.

Vinos de Arribes del Duero de variedades autóctonas

Tanta singularidad tenía que traducirse en forma de uvas. Los vinos de Arribes del Duero no son de las variedades clásicas íberas. No hay Tempranillo, ni Garnacha, ni siquiera Airén. Las variedades son autóctonas. Netamente autóctonas. Nombres como Juan García, Bruñal o Rufete son aquí las reinas.

Los Arribes del Duero tienen mucho vino por descubrir, muchas uvas que investigar y mucha historia que contar. La pena que nos queda es que esta preciosa zona, alejada de los grades circuitos, aislada por su falta de infraestructuras y con una población cada vez más envejecida sea tan poco conocida y tan poco apreciada. Pero a nosotros, los Vinistas, nos encanta y, por eso, os traemos un buen puñado de vinos realmente sobresalientes.

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