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Envidia Cochina: un Albariño, tan largo y amplio que no te cuesta creer que es un blanco.
¿Por qué nos gusta?
Os presentamos a uno de los personajes más sorprendentes de Rias Baixas, con su visión particularísima del Albariño, Eladio hizo el camino al revés. Vendió Mar de Frades porque era demasiado grande y volvió a sus orígenes: los vinos artesanales.
Envidia Cochina porque, según Eladio, la envidia tiene muchas caras y así lo representa en la etiqueta. Un comic distinto cada añada que representa las diferentes facetas de la Envidia. Una idea del propio Eladio.
Envidia Cochina es un Albariño de viñas de 35 años, todas en el Salnés, cultivadas en biodinámica durante unos 8 años.
Todo lo que hay que saber de este vino
Tipo de vino:
Vino Blanco
Variedad:
Albariño
Zona:
D.O. Rias Baixas
Crianza:
6 meses sobre sus lías
Botella:
750 ml
Cata:
Toques cítricos, minerales y un fondo salido que nos ha encantado. En boca es largo y redondo. Tanto que no parece un blanco. Una amplitud que llena la boca y nos deja un final delicioso.
Con qué disfrutarlo:
Como buen albariño, le va que ni pintado a unos buenos mariscos. Pero no sólo. Probadlo con comida japonesa a base de pescado (sí eso: sushi, sashimi, maki…). Y para terminar la botella, un trozo de queso unutoso. Veréis que delicia.
El productor: Eladio Piñeiro
Eladio Piñeiro fundó en 1983 Mar de Frades, Albariño de Rias Baixas. Pero llegó un momento en el que se sintió alejado de su proyecto. Mar de Frades era demasiado grande y demasiado industrial. En las antípodas de su sueño de vinos personales y de terroir. La enfermedad de su mujer le hizo replantearse muchas cosas. Sobre todo lo concerniente a cómo tratamos nuestro ambiente, cómo lo exprimimos hasta agotarlo, sin entender lo que realmente puede darnos.
Eladio Piñeiro explica que vender Mar de Frades fue una decisión dolorosa pero liberadora. Para él no era un futuro apacible sino desasosiego. Su filosofía no era ese (mal)trato a la tierra. La liberación fue su siguiente proyecto, Frore del Carmen, con una visión integral, holística del viñedo, la bodega y los vinos. Ese es el universo en el que ahora sí está cómodo.
Por eso vendió su bodega en 2003 para resurgir con Frore del Carmen. Carmen en honor a su mujer y ahora sí: vinos originalísimos que reflejan su enorme personalidad y su enorme sabiduría. No esperéis Albariños al uso. Las elaboraciones de Eladio son rompedoras. Envidia Cochina, La Ola, Amodiño, o sus vinos del Alentejo portugués, La Coartada, son claros ejemplos.
Pero no son rebeldes sin causa. Su rebeldía tiene una causa y un efecto. Todas responden a una pregunta sobre cómo expresar mejor el terroir y cómo hacer mejores vinos. Allá vamos.
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