Noelia de Paz
LaOsa

¿Por qué nos gusta?

Noelia de Paz arrancó La Osa hace seis años. Pero ella lleva en esto del vino muchos más años. Desde pequeñita, trabajó con su padre en la bodega familiar en Valdevimbre, en León. Cuando éste faltó, tuvo que reinventarse. Pero el gusanillo del vino y de la Prieto Picudo lo tenía muy dentro y decidió hacer lo que más le gustaba y lo que más quería: su vino.

Los inicios no fueron fáciles. Pero ella es una trabajadora incansable, una luchadora. Damos fe que la conocemos desde hace mucho. Los primeros cuatro años los pasó elaborando en bodega ajena, hasta que dio el paso de comprar la propia, en el leonés pueblo de Ardón. Es un proyecto personalísimo, que fluyó hasta llegar a este punto: un logotipo de un amoroso oso, que también puede ser fiero y luchador, como la misma Noelia.

Contó con amigos, Rodri Mendez y Raul Perez. ¡Menudos amigos! Enólogos que se cuentan entre los mejores de España y que le ofrecieron sus bodegas para desarrollar su talento. Con Rodri hace su Albariño. Con Raul hace su Mencía y además le ayuda a crear sus otros vinos.

Trabaja codo con codo con sus viticultores de toda la vida. Pequeños, gente de toda la vida, que la conoce y que saben lo que quiere: sólo lo mejor. Grandes artesanos de la uva que, ahora, en vez de venderle la uva a una gran cooperativa se la venden a ella. Y con estas uvas, hace unos vinazos.