Enoturismo: 8 trucos para que sea un éxito

El enoturismo puede ser una alternativa al turismo divertida y enriquecedora. Si te gusta el vino y te gusta viajar, te interesará este post. Tanto si eres nuevo en este tipo de turismo como si eres un experimentado visitante de bodegas, te vendrá bien saber o recordar qué esperar y cómo planear. Te dejamos nuestros trucos para que tu próximo viaje sea el mejor.

Aquí van 8 los trucos, Vinistas.

Reserva con tiempo

Esperar al último minuto puede ser decepcionante. Las bodegas tienen una capacidad limitada y unos horarios que no son siempre los que prefiere el turista. Es una pena perderte tu favorita por falta de previsión. Con tiempo puedes incluso hacer parte en bici, por ejemplo ésta en Bodegas Peique, en el Bierzo.

Escupes o tragas. Esa es la cuestión

Bueno, ¡depende de ti! Pero no está de más que lo pienses un poco antes de acabarte sistemáticamente todas tus copas en una cata. Quizás puedas combinar ambas cosas en la cata (te dimos 4 trucos aquí de cómo catar). En función del número de bodegas que pienses visitar y del número de vinos que quieras catar. Recuerda que no es obligatorio acabarse el vino, no les va a parecer mal ni es de mala educación. Y aprovecha que, por una vez en tu vida, escupir no está mal visto. Y si te ha encantado el vino… pues entonces bébelo con gusto y paladea el momento.

Conducir o no conducir

Quizás en España no esté tan desarrollado el enoturismo pero si viajas al extranjero hay regiones que ofrecen conductores para trasladarte de una bodega a otra y pequeños autobuses para compartir la ruta con otros vinófilos. De todos modos, nuestro preferido es el Tuscany Fiat 500 Vintage Tour: un conductor que te lleva por las preciosas colinas toscanas de bodega en bodega en un auténtico Cinquecento. Encantador.

(foto vía winerist)  

El tamaño no importa

En contra de la opinión general, el tamaño de la bodega no importa, al menos en lo que se refiere a la experiencia de la visita. Más bien al contrario. Por lo general, las bodegas más grandes e industriales están masificadas y cuentan con personal, más al estilo guías turísticas. Así que te recomendamos que te enfoques a las bodegas boutique, más pequeñas y familiares: tenemos algunas en Vinistas. Esas serán las que hagan que tu experiencia sea completa y auténtica.

El Enoturismo no tiene por qué costarte un riñón

Pues con un poco de organización no tiene por qué ser un viaje caro. Claro si optas por un conductor privado y un guía particular, pues sí. Pero si conduces tú y te fías de los consejos de los locales para comer, incluso la región de vinos más cara del mundo puede ser asequible. Nuestro consejo es que preguntes al personal de la bodega, ellos viven allí y estarán encantados de darte direcciones asequibles de encantadores hoteles y restaurantes locales con mucho sabor.

Los niños están bien

Te sorprenderás de ver como disfrutan los niños en la viña y en la bodega. El proceso es fascinante y pueden aprender un montón de ciencias naturales en una visita. Agricultura, micro biología, física y química… todo visible y aplicado. Puede ser una experiencia familiar divertida y educativa. Además si te informas con antelación, algunas bodegas y regiones de vino tienen actividades dirigidas para los pequeños.

Comprar o no comprar

La estadística dice que el 88% de los visitantes compran vino. El consejo aquí es bien sencillo. Si no te ha gustado, no tienes que verte obligado a comprarlo. Si te ha encantado, llévate algunas botellas. Es divertido abrirlo en casa y recordar el buen momento que pasaste.

Combina

No te quedes sólo con las bodegas. Especialmente si viajas en familia, combina la visita a las bodegas con un turismo cultural o de naturaleza. Es fácil. La ventaja es que las regiones de vino suelen ser lugares históricos y fascinantes en plena naturaleza. Aprovecha el viaje para hacer algo más que enoturismo. Puedes descubrir pueblitos con encanto, monumentos y paisajes realmente espectaculares.  

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