Bares del mundo: 110 de Taillevent
Ruth de Andrés | 17 agosto, 2017
Un lugar muy chic en la capital más chic: 110 de Taillevent en París con 110 vinos por copas y sus correspondientes maridajes. Para que no resulte abrumado, os damos nuestras recomendaciones.
Hoy nos toca hablaros de un lugar muy chic en la capital más chic: París y su 110 de Taillevent. Si no os gusta sentiros abrumados por las elecciones complicadas, este no es vuestro sitio. 110 de Taillevent es un sitio para sentirse abrumado pero encantados dentro del aturdimiento. En fin, se trata de irnos más allá de la zona de confort. Al menos de la zona de confort de la mayoría de la gente. El objetivo de 110 de Taillent es ofrecer 110 vinos por copas. Siempre listos, siempre abiertos y en perfecto estado. Para ello el sistema de conservación está siempre impecable. Todos los vinos se ofrecen en dos medidas, en copas de 7cl o de 12.5cl.
¿Qué hacen de especial en 110 de Taillevent?
Hasta aquí, todo suena muy bien. Tampoco hemos salido tanto de la zona de confort, pensaréis… Pero es que hay más. Cada uno de los vinos está pensado para un plato y así este bar de vinos da una vuelta de tuerca al concepto mismo de bar de vinos. Así que se convierte, de alguna forma, en un bar de maridajes. Y es que, ¿Qué es más apetecible que descubrir un estupendo vino y beberse una copa? Pues comerlo con un plato que no le haga sombra y que lo complemente.
¿Cómo lo hacen?
La propuesta se basa en la idea de que los aromas y los sabores encontrados en un vino contribuyen a la complejidad del plato. En definitiva, se trata de potenciar el placer que por separado encontramos en vino y comida. Pero potenciarlo con cabeza, de la mano de un experto. Para eso 110 de Taillevent cuenta con Antonie Petrus ahora, y antes con Pierre Berot. Un sumiller que es una auténtica enciclopedia de vinos, comidas y maridajes para conseguirlo. La oferta gastronómica consiste en 30 platos de temporada, que se renuevan periódicamente, y que se conciben para maridarse con cuatro vinos cada uno.
El éxito, y la dificultad, consiste en maridarlos con precisión y con gusto, Que no es fácil. Así que realmente, el cliente puede elegir un vino y, a partir de este vino, nos dicen que plato corresponde. O al revés, elegimos el plato y nos dejan su propuesta de cuatro vinos que maridan a la perfección con ellos. Lo divertido es además que estos cuatro vinos son diferentes en características y precio. De manera que podemos en cierto modo, adecuar el maridaje a nuestras preferencias personales. No es una propuesta cerrada. Cada uno puede optar por un maridaje más clásico o bien arriesgarse y descubrir si funciona en tu paladar.
¿Y cómo empezamos?
Para la primera visita, y no abrumarse más de la cuenta, lo más inteligente es dejarse guiar y optar por el menú de tres platos por 44€. Este menú va cambiando según temporada así que siempre se puede repetir. Para sacar partido a la oportunidad y disfrutar de la experiencia, os recomendamos también que en los platos más innovadores o más extraños a vuestro paladar optéis por el maridaje más clásico. Porque bastante sorpresa va a ser la comida. Pero en los platos más clásicos, o que estéis más familiarizados, escojáis el maridaje más arriesgado que se proponga (nosotros también os sugerimos algunos maridajes arriesgados aquí). Y en fin, esto es cuestión de ir jugando… ¡Imposible agotar las propuestas! Si aún tenéis ganas de seguir abrumados, nada como darse un paseo por la Rue du Faubourg Saint-Honoré. La suma de las experiencias os dejará un memorable posgusto de chic parisino.
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Ya tengo una nueva parada en mis viajes a París. ¡Gracias Ruth!