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Garnacha D.O. Madrid Vino Tinto
Garnacha de Gredos, de altitud y de granito. Ecolóico y biodinámico. Saca del letargo a tus papilas con un vino que no apabulla sino que seduce. Seguir leyendo
Garnacha D.O. Madrid Vino Tinto
Sugerencias
Olvídate de tu idea preconcebida de Garnacha y dale garbo a tus pupilas: un vino sin sulfitos, ni filtración ni clarificación. Seguir leyendo
Garnacha D.O. Madrid Vino Tinto
Sugerencias
Aguja del Fraile es ese vino que reivindica lo que siempre hemos dicho: Javier va a dar la campanada. 4 Monos despunta en el panorama nacional e internacional. Poca producción y mucha calidad. Seguir leyendo
85% Garnacha Tinta, 12% Cariñena y 3% Syrah D.O. Madrid Vino Tinto
Sugerencias
Es el estandarte de 4 Monos, lo que todos quieren. Y por algo es. Ya os dijimos hace algo más de un año que iba a dar el do de pecho, y lo demuestra día a día. Seguir leyendo
Es una de las Denominaciones de Origen más recientes pero más justamente reconocidas. Aunque estemos acostumbrados al paisaje urbano e hiperdesarrollado de la capital, la Villa fue un gran territorio de vinos. Un lugar de floreciente viticultura y un paisaje de viñas que incluía gran parte de la Comunidad de Madrid. La presión urbanística fue aumentando y los viñedos se vieron confinados a un puñado de pueblos. No es de extrañar, entonces, que esos pueblos fueran los más aislados y menos poblados de Madrid.
La literatura del Siglo de Oro nos regala pasajes en los que queda claro la importancia del viñedo y de los vinos de Madrid. Y, por cierto, de la importancia de tener la Villa bien abastecida, que no son pocos motines y revoluciones cuando escaseaba el vino. Digamos que había dos grandes zonas: la que rodea Arganda del Rey y la esquina que limita con Ávila y Toledo. Como en otras muchas regiones de España, la llegada de la filoxera en el siglo XX diezmó las 60.000 hectáreas que había en el territorio y marcó el declive. A principios del siglo XXI, el viñedo era una anécdota en Madrid. Sin embargo, el empecinamiento de unos cuantos enólogos, modernillos y con aire hippy, impulsa al principio tímidamente, luego con más arrojo esta Denominación de Origen Madrid. La cercanía de la gran ciudad, lo que antes acabó por enterrar el viñedo, ha sido sin duda parte de su gran éxito. Renovados, con vinos vanguardistas (y desde luego no baratos) y sobre todo poniendo de manifiesto un terroir único, Vinos de Madrid está de moda. Sí, señor.
Ahora ya, centrada en San Martin de Valdeiglesias y Navalcarnero, los vinos se producen en un terroir muy particular que sus enólogos tratan de poner de relieve. Suelos de granito, altitud y viñas muy viejas son sus señas de identidad. Han abanderado una Garnacha, ligera, sin estridencias, fina y muy mineral.