Uva Pedro Ximénez

La Pedro Ximénez es una uva misteriosa, empezando por su nombre. No se sabe muy bien de donde viene eso de Pedro Ximénez. Hay leyendas que dicen que era un soldado llamado Pedro Ximénez quien participó en campañas alemanas y de ahí la trajo al sur de la península. Pero los estudios genéticos desmintieron la teoría. Nada de origen alemán.

Sabemos que la uva Pedro Ximénez se cultiva al menos desde el siglo XVII en Andalucía. La primera descripción data de esa época. En 2007, el chivato del ADN reveló que realmente era descendiente de una uva de mesa árabe, llamada Gibi. Esa Gibi probablemente la trajeron a Al-Andalus los musulmanes. Luego se adaptó, evolucionó… y nació nuestra querida Pedro Ximénez.

Los vinos dulces de Pedro Ximénez

La gran especialidad de la Pedro Ximénez son los vinos dulces. En esa categoría nadie le hace sombra. Hay muchas otras variedades que se usan para vinos dulces, claro que sí. Pero pocas tan enfocadas claramente a estas elaboraciones. En Jerez y en Montilla Moriles tiene su territorio, aunque también podemos encontrarla en otras zonas pero no con tanta asiduidad.

Que tendrá la Pedro Ximénez que causa adicción. Tiene aromas de higos secos, ciruelas, uvas pasas… todo muy goloso. Una boca envolvente, aterciopelada y profunda muy apetitosa. Un dulzor y una acidez que es lo equilibra todo.

Como todos los vinos dulces tienen su lugar en el postre. Para nosotros, el Pedro Ximénez es incluso su sustituto. Si no te apetece más, una sola copa es sencillamente… el postre. Si no eres tan de dulce, añádele unas piedras de hielo y tómalo bien frío. Pero hay más ideas para los vinos de Pedro Ximénez. Por ejemplo, con el queso azul. El contraste dulce con el salado y el picante es sensacional.

Pero también tenemos versiones en seco. Igualmente fascinantes, vale la pena que echéis un vistazo a nuestra sección de vinos de Pedro Ximénez de pequeños productores

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